21.7.09

el 8 de julio

Me despierto de madrugada nuevamente. Y vuelvo a ponerme las gafas de papá para escribir. Las mías quedaron al lado de Rocío. No quise despertarla. Ojalá sueñe. Ojalá le pase pronto este dolor y descubra que la muerte no anda como las cucarachas nocturnas.
Me duelen los dedos de hacer fuerza para mover al viejo:por qué te quejás tanto pa? sueño con el dolor, me dijo . Me pregunto si siempre esta vida se va a ensañar con furia de a poquito? Por qué no se detiene, por qué no lo hizo en algún momento de esos viajes eternos por los soles y termas del sur de esta tierra prometida.
¿Por qué va a cumplir años el día de su última internación? es necesaria esa humillación?. A quién lastimó para que las cosas se den de esta manera?.
Sueño con el dolor.
Estas noches en vela son recapitulaciones. Largas requisas sobre nuestras vidas pasadas. Nuestros actos borrados por lo cotidiano. Nadie acompaña en la agonía. Cada uno se enfrenta solo a lo que vendrá, a lo que fue, a lo que no.
A lo que amó y luego perdió.
La peste mata y el miedo mata. Con cuál de los dos deberemos batallar en nuestro último segundo.
Quisiera estar junto a mi crío. Descansando después de un día de sol, de esos que hace tanto fui capaz de darle, de playas serenas y mate con facturas. De esos que siempre prometí, que siempre postergué y los seguiré postergando, hasta que me toque estar en el sitio que hoy ocupa su abuelo, y ponga su mano en mi frente y diga, respirá mamá, respirá como para parir, echá el dolor por la boca, lo más fuerte que puedas, así.
Que sienta mi aliento amargo, libre de virus, pero infestado de dolor y sed de descanso.
¿será así mi muerte?¿ le daré ese espectáculo lastimoso a mi hijo?¿cuántos años faltan para que eso nos suceda?
Parece que papá se durmió. Como Rocío. Espero que Balta también esté soñando con su risa.

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