14.10.09

lirio máximo




Carta dirigida a papá cuando aún vivía, disculpen los que no se bancan las intimidades, algunos hacen pornografía, otros escuchan música, otros sólo recordamos y hacemos público algo en homenaje a quien tanto quisimos.


                                                                       

                                                                 Mar del Plata, 6 de octubre de 2008


Esta carta es así, me surgió de golpe las ganas de escribirte. Bah, no tan de golpe, sólo que fui a enderezar el primer lirio que salió en el jardín, cerca de casa, y estaba clavando el palito para que soporte el viento, era un palo de escoba, con el que Baltasar se hizo una espada.
Comencé a mover el palo y me vino la imagen a la cabeza de cuando íbamos a la playa con vos y mamá, y lo primero que hacías era clavar el palo de la sombrilla en la arena, y lo movías de un lado para el otro, así, con mucha paciencia, hasta que quedaba firme, la arena iba cediendo y el palo cada vez se enterraba más. Era mágico verte, eras fuerte fuerte, con tu remera verde desteñida y las piernas tostadas por el sol.
Con esa imagen me vinieron unas ganas locas de agradecerte, por poner la sombrilla para que nos dé sombra, por enseñarme a cuidar de las plantas, a podar las rosas de costalete para que el rocío de la noche no las queme, por ponerle una cebolla arriba del pollo o el vacío para que le dé gusto, por ser cabezón y demostrame que aunque no te dejaba te ibas a los chinos, a pesar de tu rigidez, y le sonreías a la cajera, gracias por tener la comida lista cuando venía Baltasar, por los regalos que me hiciste el día de la madre cuando estaba embarazada, por traerme de Santiago del Estero el mate que decía Diana, y no Diana y Valdi,  como presintiendo que yo ya me había separado, gracias viejo por hacerle mimos a Baltasar cuando era chiquito, por "afeitarlo" cuando te afeitabas, por sostenerme para hacer la plancha en el mar, y enseñarme a aceptar las olas grandes pasándoles por debajo de la cresta, de frente, siempre de frente, como  a los problemas, por la yerba que nos enviabas a Alemania, por el perfume que me regalaste cuando estaba en Lanzarote y no tenía que comer, por bancarme cuando me rajaron del colegio Einstein y decirme que era mejor así, que esos poligriyos no me merecían y no me pagaban bien, por soportar los gritos míos frente a tu sordera, por abrazarme cuando me pelié por la notebook, por enseñarme a andar en bicicleta mirando siempre adelante, nunca al piso…
Mirá pá, tengo tanto que agradecerte que no me da el tiempo para eso, sólo enumero algunas cosas que voy recordando, mientras camino por el hermoso jardín que guarda tu mano y tu olor, aunque a veces huela a meado de gato, qué se le va  hacer, pero quería decírtelo, antes de que la memoria mía, tan frágil cada vez más, se olvide que fuiste el palito que le dio respaldo a mi vida , para crecer a pesar del viento y de las tormentas, para abrirse al sol, como el lirio éste que hoy te mando en la foto, que se llama Máximo, en honor a vos, o si querés Maxi o Maximiliano, como más te guste.
Y decirte que las rosas te esperan para abrirse y ragalarte su perfume, y mostrarte lo hermosas y fuertes que están, gracias a vos, o a mí, pero con tus instrucciones.
Quería decirte que no estés triste, porque tenés y tuviste una vida rica, generosa, llena de gente que te quiere, pero quizá no sabe decírtelo, o no se da cuenta que las cosas hay que decirlas cuando uno las siente, para que después no sea tarde.
Te quería decir que sos el mejor abuelo que pudo tener Baltasar, ayer me dijo que eras un campeón, que eras un capo, que a pesar de tu edad eras fuerte como un toro, y sano, aunque un poco cabrón a veces, pero que él también era así, un poco cabrón, como vos y como yo, eso se hereda.
Gracias pá por tanto, y tanto y tanto,que me diste y que nos diste.
Por acompañarme cuando quedé sola y no sabía para qué lado correr.
Lo que no pudiste o lo que no hiciste, ya no me importa, porque siempre en la vida hay que saber sacar un saldo de las cosas, y mi saldo es que te quiero con toda mi alma, y te agradezco con mi corazón en la mano, lo buen padre que sos.
Te quiero viejo y si querés llorar, llorá todo lo que quieras, esloveno sensiblero, pero después sentite feliz, y aliviado.
Estamos, vos y yo, en paz.

Gracias.

Diana

4 comentarios:

laura dijo...

Cuanto me gusta lo que has escrito !!!!!!Esto es lo mas bello y sanador que salio de tu alma, precioso Diana, precioso....

aguacateyfresas dijo...

Di, me gustó mucho, emociona, hasta las lágrimas...tu pa, seguro que está feliz, pero por sobre todo está orgulloso de que lo recuerdes así....un beso grande

Mariluz GH dijo...

Hermoso homenaje... preciosa forma de "romper" el cordón
besos

Danixa Laurencich dijo...

fijensé la fecha... esto se lo escribí en vida, hace casi un año!!!
Ese fue mi romper mi cordón, darle mi vida en vida, recordarlo y agradecerle y decirle TE QUIERO en vida.
Hablé mucho con él mientras lo cuidé esos dos años, también hablábamos de su muerte, de su tumba, no quería nada, ni flores ni cruz ni nada.Para qué? para que te saquen un mango más?
Ese era mi padre.Por lo menos para mí. Habida cuenta que tenía tres hijos más.