26.6.09

bendita luz

ay! luz que me despierta
apuntalando mi retina

estoy perdiendo el foco
estoy perdiendo

conservo todavía una conciencia
de maravilla azul y gris
cada mañana

estoy perdiendo el foco
estoy perdiendo

corro al jardín
retener como a un agua bendita
esa sombra que dibuja el sol
casi sin testigos

estoy perdiendo el foco
estoy perdiendo

el azul ya se fue
la figura del pibe
dijo adiós con la mano
y quedamos vos y yo
sólo vos y yo
mirando el portón y
la reja
recordando

perros negros
gatas color naranja
guardapolvitos verdes
jazmines blancos
besos rojos

corrías hacia mí
de haber venido
(la sonrisa estampada de frío y luz)
alegría infantil
de cumpleaños de la seño
un globo en una mano
sacudíéndolo bajo el sol de la tarde

el perro fue a tu encuentro
grueso de fidelidad
huérfano de tanto tiempo

un choque produce otro choque
hasta que alguno de los dos se
aniquila
y así caíste en la piedra
el ardor del llanto en la carita de durazno
se mezclaba con el olor del caramelo que te habían dado
y la poca sangre
que te hacía importante

jamás dije perro malo
lo corrí sí
hasta agotarme
pero jamás dije perro malo

recogimos tu gorro bordó
entramos a la casa
te saqué tu chaqueta azul
te di una lechita blanca
y te miré
como no te podría mirar ahora

estoy perdiendo el foco
estoy perdiendo

sólo me queda jugar con las sombras
y las palabras

2 comentarios:

María W. dijo...

Te acompaño, jaaa! ¡Qué fulero perder foco, eh! Nos quedan las sombras y las siluetas... o un buen par de anteojos!!! Me encantó esto que escribiste, viajé hasta ahí. Un abrazote.

Danixa Laurencich dijo...

Gracias maría María.... te ví, te ví acá en la casa! un beso